Comencemos conociendo a qué nos referimos cuando hablamos de materiales nobles, el significado para nosotros es sinónimo de elementos naturales, calidad superior, apariencia simple, experiencias sensibles, echar rienda suelta a la imaginación, materiales que no tengan ningún fin en concreto. Como se habrán dado cuenta, cosas absolutamente opuestas a lo que nos puede ofrecer un producto proveniente de un proceso industrial, donde el propio material ya indica para qué puede ser utilizado o bien, juegos en los que existen reglas, instrucciones y normas.
Cuando niñas y niños tienen acceso a juguetes con diseños específicos, sus experiencias con ellos se reducen básicamente a un juego literal o imitativo, y no a un “juego simbólico”, que les permite desarrollar la capacidad para crear y trabajar mentalmente con los símbolos. Esto sería específicamente, empezar a utilizar objetos para representar algo distinto.
Para las pedagogías que se interesan por el desarrollo integral de niños y niñas, el juego debe proporcionar vivencias en el consciente de los pequeños, ya que éstas más adelante, puedan ser relacionadas con conceptos y por consiguiente, desarrollar sus propias capacidades intelectuales. Cualquier juguete que pueda transmitir experiencias de la naturaleza, de la tierra, de sus elementos, de las creaciones humanas o que permitan a un niño o niña conocer su medio ambiente, será util para la acomulacion de experiencias específicas, que más adelante se traducirán en lograr con mayor facilidad la transición del percibir hacia el pensar.